
Mientras que Göring estaba en el sur de Alemania en ese tiempo, sabía que Hitler estaba escondido en el bunker de la Cancillería en Berlín, y quería que le entregara el país a él. El 23 de abril de 1945, Goring le envió un breve telegrama pidiéndole la transferencia del mando. Goring le dijo en el telegrama que si él no recibía una respuesta a las 22:00 horas de ese día, él asumiría que Hitler le daba libertad de acción para tomar las riendas del Régimen.
"Mi Führer:
En vista de la decisión que ha tomado de permanecer en Berlín, ¿está usted de acuerdo en que yo asuma el liderazgo del Reich, con total libertad de acción, tanto interna como externamente, como nuestro sucesor en virtud del decreto del 29 de junio de 1941? Si no recibo respuesta antes de las 10 de la noche de hoy, daré por entendido que ha perdido la libertad de decisión y, por tanto, actuaré en beneficio de los intereses de la nación y de nuestro pueblo. Sabe cuáles son mis sentimientos hacia usted en estos graves momentos. No tengo palabras suficientes para expresarlos. Lealmente.
Hermann Goering".
Hitler tomó el mensaje como una traición, preocupándole que si no hacía nada perdería el poder. Según cuentan los allegados a Hitler, el telegrama hizo estallar de furia al Führer y contribuyó a la desintegración de su estado mental.
"Sus actos se pueden castigar con la muerte. No obstante, y teniendo en cuenta los valiosos servicios que ha prestado en el pasado, me abstendré de proceder contra usted si renuncia a todos los cargos y títulos", demandó el Führer.
En el testamento de Hitler, escrito el 29 de abril de 1945, Göring fue despojado formalmente de toda autoridad. Al día siguiente se suicidaron Hitler y su esposa, Eva Braun.
La guerra terminó pocos días después y más tarde Hermann Göring se suicidó tras ser declarado culpable por crímenes de guerra durante los juicios de Nuremberg. Pero, el telegrama que envió la noche del 23 de abril, pasó a la historia como un símbolo de la desesperación de un Régimen asediado.
El pedazo de papel, amarillento y oscurecido por el tiempo pero todavía en buenas condiciones, se esperaba vender por 20000 dólares, en las subastas históricas de Alexander en Stamford, cerca de Nueva York el martes pasado. En cambio, un comprador anónimo en Estados Unidos lo obtuvo por 54675 dólares. El telegrama ha sobrevivido 70 años porque un soldado estadounidense lo guardó como recuerdo después de la guerra, y posteriormente, se lo regaló a su hijo, el cual, lo entregó a su profesor de Historia como presente.
Pese a un rasgón, el telegrama se encuentra en muy buen estado, se indicó, y se puede leer claramente, incluso el sello rojo de "Secreto".
http://www.exordio.com/blog/biografias/ ... z3fNjfZKFu
http://www.elboletin.com/contraportada/ ... itler.html