Ataque a Tarento (Operación Judgment)


Con un ataque sorpresa, los aviones torpederos ingleses del portaaviones HMS Illustrious pusieron fuera de combate a la mitad de la escuadra italiana.
- UNIDADES ENFRENTADAS
A1. Unidades Británicas
A1. Unidades Italianas - PREPARATIVOS
- OPERACIÓN JUDGMENT
- MISTERIO DE LAS REDES ANTITORPEDO
D1. Primera Oleada (Según orden de despegue)
D2. Segunda Oleada (Según orden de despegue) - LAS BENGALAS ILUMINAN EL BLANCO
- EL SEGUNDO ATAQUE
- GALERÍA FOTOGRÁFICA
G1. Mandos
G2. Unidades
G3. Fotos Varias - FUENTES
A. UNIDADES
A1. Unidades Británicas
Fuerza de Ataque a Tarento:
- 1 Portaaviones: HMS Illustrious.
- 3 Cruceros: HMS Gloucester, HMS Berwick y HMS Glasgow.
- 4 Destructores: HMS Hasty, HMS Havock, HMS Illex y HMS Hyperion.
- 3 Cruceros: HMS Orion, HMAS Sydney y HMS Ajax.
- 2 Destructores: HMS Nubian y HMS Mohawk.
A2. Unidades Italianas
Base de Tarento:
- 6 Acorazados: RMI Littorio, RMI Vittorio Veneto, RMI Caio Duilio, RMI Andrea Doria, RMI Conte di Cavour y RMI Giulio Cesare.
- 9 Cruceros: RMI Pola, RMI Zara, RMI Gorizia, RMI Fiume, RMI Trento, RMI Trieste, RMI Bolzano, RMI Abruzzi y RMI Garibaldi.
- 8 Destructores: RMI Carducci, RMI Alfieri, RMI Oriani, RMI Gioberti, RMI Lampo, RMI Baleno, RMI Folgore y RMI Libeccio.
- 1 Portahidroaviones: RMI Miraglia.
- 1 Torpederos: RMI Fabrizi.
- 1 Cañonero: RMI Ramb III.
4 Mercantes: SS Antonio Locatelli, SS Premuda, SS Vado y SS Catalani.
B. PREPARATIVOS
Era la mañana del 12 de noviembre de 1940. Aquella noche Londres había sufrido una incursión aérea. Se había registrado otro bombardeo a lo largo del Canal y los observadores antiaéreos habían señalado por primera vez la presencia de bombarderos italianos junto a los alemanes. En Londres ardían barrios enteros y una bomba había alcanzado el taller tipográfico del diario Times. Pero a las ocho de la mañana una noticia llegada del Almirantazgo inglés hizo que los redactores preparasen una edición extraordinaria.
Desde el principio de la guerra al Times no le había ocurrido nada parecido. Ni la ocupación de París por los alemanes había sido considerada tan importante como para justificar una edición especial del mas austero diario ingles. Pocas horas después los londinenses pudieron enterarse con detalle de lo que Churchill había definido como "la primera noticia estimulante desde el día que estalló la guerra". El titular, que ocupaba insólitamente una pagina entera del Times, decía textualmente:
"¡Semidestruida la Flota Italiana en Tarento por veinte aviones británicos!".
La flota italiana había perdido en pocas horas el cincuenta por ciento de su potencia. Tres acorazados habían sido puestos fuera de combate, pero lo que más contaba era que con el golpe la Royal Navy había logrado reconquistar el predominio en el Mediterráneo, hasta aquel momento controlado por la Regia Marina. Desde el principio de la guerra, neutralizada la flota francesa después de la caída de Francia, la proporción de las fuerzas en el Mare Nostrum había registrado una neta ventaja para Italia. La Mediterranean Fleet (la escuadra británica en el Mediterráneo) no estaba ya a la altura de sostener el choque con las unidades italianas.
A los tres acorazados y a los portaaviones británicos presentes en el Mediterráneo (HMS Warspite, el HMS Barham, el HMS Malaya y el HMS Eagle), se oponían a seis acorazados italianos, el RMI Littorio, el RMI Vittorio Veneto, el RMI Caio Duilio, el RMI Andrea Doria, el RMI Conte di Cavour y el RMI Giulio Cesare, dos de los cuales (el RMI Littorio y el RMI Vittorio Veneto) eran considerados entre los más eficientes y mejor armados del momento. Tal ventaja permitía a los convoyes italianos llegar sin daños a los puertos de Libia, mientras que los británicos hacia Egipto tenían que realizar el largo rodeo del continente africano.
Por parte inglesa se prefería afrontar la amenaza de los U-Boote alemanes, al acecho en el Atlántico, más que arriesgarse a un encuentro en el Mediterráneo con las fuerzas navales italianas. Esta situación favorable a los italianos duró cinco meses, hasta el 11 de noviembre de 1940. Aquella noche, siguiendo un plan muy estudiado, los ingleses lograron trastocar la proporción de fuerzas y asestar un golpe a la Regia Marina del que ya no se recuperaría durante toda la guerra.
Cruceros italianos entran en el Mare Piccolo de Tarento a través del canal navegable
Lo que sucedió en Tarento fue consecuencia de algunas sorprendentes circunstancias que todavía hoy resultan inexplicables. ¿Como justificar, por ejemplo, la decisión de reunir en aquel puerto a toda la escuadra? Esta pregunta, que fue causa de muchas polémicas en los altos mandos, se la hizo también Galeazzo Ciano, que escribió en su diario en la fecha del 12 de noviembre de 1940:
"Jornada negra, los ingleses han atacado a la flota fondeada en Tarento y han echado a pique al RMi Cavour y averiado gravemente al RMI Littorio y al RMI Duilio. Cuando Badoglio vino la ultima vez a verme dijo que atacando Grecia deberíamos haber alejado pronto la flota, que ya no estaba segura. ¿Por qué no se ha hecho ya a los quince días del comienzo de las operaciones y en la fase de plenilunio".
En realidad, a causa de la irreflexiva decisión de Mussolini de atacar Grecia el 28 de octubre, el alto mando había creído necesaria la presencia de la flota en Tarento. Se pensaba que sólo desde esta base podía lograrse simultáneamente la defensa de las líneas de abastecimiento del frente libio y del griego-albanés. Esta decisión se había tomado también porque se creía prácticamente imposible que los torpedos enemigos penetraran en un puerto bien defendido y atacaran navíos protegidos por sólidas redes antitorpedos. Pero los ingleses no eran de esta opinión. Ya antes de la guerra habían seguido con mucho interés las pruebas de la aviación italiana, que habían adaptados algunos trimotores Savoia-Marchetti S.M.79 Sparviero de bombardeo para hacer de torpederos. Después de que en Italia estos estudios se interrumpieran, la aviación británica había perfeccionado el empleo de la nueva arma, fabricando además en 1935 un nuevo tipo de avión, el Swordfish, particularmente preparado para atacar con torpedos.
Ahora sabemos que ya en 1938, el Contraalmirante Lyster, comandante del HMS Illustrious, con ocasión de unas maniobras realizadas en el Mediterráneo, había sido encargado de preparar con todo detalle el plan de ataque con varios torpederos al puerto mismo de Tarento. En tiempo de paz las marinas de todo el mundo se ejercitaban proyectando toda suerte de ataques contra hipotéticas bases enemigas. Pero es indudable que en otoño de 1940, cuando Tarento se convirtió en el objetivo más importante del Mediterráneo, el plan-ejercicio del contraalmirante Lyster se puso casualmente de actualidad. Los hechos lo demostrarían lo acertado del planteamiento.
En octubre de 1940 el portaaviones HMS Illustrious, todavía mandado por Lyster, llegó a Gibraltar y penetró audazmente en el Mediterráneo. Era la primera vez que una gran unidad británica se exponía en las aguas controladas por la Regia Marina. Parecía claro que una urgencia le reclamaba en Alejandría, donde tiene su base la Mediterranean Fleet, así que el hecho no provocó ninguna sospecha a los mandos italianos. Se pensó que los británicos intentaban utilizar el portaaviones para proteger los convoyes que partían de Suez hacia Malta y Grecia.
Desde el principio de la guerra al Times no le había ocurrido nada parecido. Ni la ocupación de París por los alemanes había sido considerada tan importante como para justificar una edición especial del mas austero diario ingles. Pocas horas después los londinenses pudieron enterarse con detalle de lo que Churchill había definido como "la primera noticia estimulante desde el día que estalló la guerra". El titular, que ocupaba insólitamente una pagina entera del Times, decía textualmente:
"¡Semidestruida la Flota Italiana en Tarento por veinte aviones británicos!".
La flota italiana había perdido en pocas horas el cincuenta por ciento de su potencia. Tres acorazados habían sido puestos fuera de combate, pero lo que más contaba era que con el golpe la Royal Navy había logrado reconquistar el predominio en el Mediterráneo, hasta aquel momento controlado por la Regia Marina. Desde el principio de la guerra, neutralizada la flota francesa después de la caída de Francia, la proporción de las fuerzas en el Mare Nostrum había registrado una neta ventaja para Italia. La Mediterranean Fleet (la escuadra británica en el Mediterráneo) no estaba ya a la altura de sostener el choque con las unidades italianas.
A los tres acorazados y a los portaaviones británicos presentes en el Mediterráneo (HMS Warspite, el HMS Barham, el HMS Malaya y el HMS Eagle), se oponían a seis acorazados italianos, el RMI Littorio, el RMI Vittorio Veneto, el RMI Caio Duilio, el RMI Andrea Doria, el RMI Conte di Cavour y el RMI Giulio Cesare, dos de los cuales (el RMI Littorio y el RMI Vittorio Veneto) eran considerados entre los más eficientes y mejor armados del momento. Tal ventaja permitía a los convoyes italianos llegar sin daños a los puertos de Libia, mientras que los británicos hacia Egipto tenían que realizar el largo rodeo del continente africano.
Por parte inglesa se prefería afrontar la amenaza de los U-Boote alemanes, al acecho en el Atlántico, más que arriesgarse a un encuentro en el Mediterráneo con las fuerzas navales italianas. Esta situación favorable a los italianos duró cinco meses, hasta el 11 de noviembre de 1940. Aquella noche, siguiendo un plan muy estudiado, los ingleses lograron trastocar la proporción de fuerzas y asestar un golpe a la Regia Marina del que ya no se recuperaría durante toda la guerra.

"Jornada negra, los ingleses han atacado a la flota fondeada en Tarento y han echado a pique al RMi Cavour y averiado gravemente al RMI Littorio y al RMI Duilio. Cuando Badoglio vino la ultima vez a verme dijo que atacando Grecia deberíamos haber alejado pronto la flota, que ya no estaba segura. ¿Por qué no se ha hecho ya a los quince días del comienzo de las operaciones y en la fase de plenilunio".
En realidad, a causa de la irreflexiva decisión de Mussolini de atacar Grecia el 28 de octubre, el alto mando había creído necesaria la presencia de la flota en Tarento. Se pensaba que sólo desde esta base podía lograrse simultáneamente la defensa de las líneas de abastecimiento del frente libio y del griego-albanés. Esta decisión se había tomado también porque se creía prácticamente imposible que los torpedos enemigos penetraran en un puerto bien defendido y atacaran navíos protegidos por sólidas redes antitorpedos. Pero los ingleses no eran de esta opinión. Ya antes de la guerra habían seguido con mucho interés las pruebas de la aviación italiana, que habían adaptados algunos trimotores Savoia-Marchetti S.M.79 Sparviero de bombardeo para hacer de torpederos. Después de que en Italia estos estudios se interrumpieran, la aviación británica había perfeccionado el empleo de la nueva arma, fabricando además en 1935 un nuevo tipo de avión, el Swordfish, particularmente preparado para atacar con torpedos.
Ahora sabemos que ya en 1938, el Contraalmirante Lyster, comandante del HMS Illustrious, con ocasión de unas maniobras realizadas en el Mediterráneo, había sido encargado de preparar con todo detalle el plan de ataque con varios torpederos al puerto mismo de Tarento. En tiempo de paz las marinas de todo el mundo se ejercitaban proyectando toda suerte de ataques contra hipotéticas bases enemigas. Pero es indudable que en otoño de 1940, cuando Tarento se convirtió en el objetivo más importante del Mediterráneo, el plan-ejercicio del contraalmirante Lyster se puso casualmente de actualidad. Los hechos lo demostrarían lo acertado del planteamiento.
En octubre de 1940 el portaaviones HMS Illustrious, todavía mandado por Lyster, llegó a Gibraltar y penetró audazmente en el Mediterráneo. Era la primera vez que una gran unidad británica se exponía en las aguas controladas por la Regia Marina. Parecía claro que una urgencia le reclamaba en Alejandría, donde tiene su base la Mediterranean Fleet, así que el hecho no provocó ninguna sospecha a los mandos italianos. Se pensó que los británicos intentaban utilizar el portaaviones para proteger los convoyes que partían de Suez hacia Malta y Grecia.
C. OPERACIÓN JUDGMENT
Después de haber forzado el paso del Canal de Sicilia, el HMS Illustrious (que llevaba a bordo, entre otros, veinte Swordfish) llega a Alejandría y se une a la escuadra británica mandada por el Almirante Cunningham. En este punto comienza prácticamente la Operación Judgment, el ataque contra la base de Tarento. Cunningham había pedido personalmente la intervención del portaaviones mandado por Lyster la realización del proyecto.
El 6 de noviembre de 1940, a las cuatro de la tarde, una escuadra compuesta del HMS Illustrious, los acorazados HMS Warspite, HMS Valiant y HMS Malaya y el crucero acorazado HMS Ramillies dejan Alejandría con el destino oficial de escoltar un convoy hacia Creta. Durante la travesía, los cazas británicos logran mantener alejados a los observadores italianos que exploran la zona. Era de fundamental importancia impedir a los aviones italianos seguir el movimiento de la escuadra inglesa.
El muelle de torpederos del puerto de Tarento después de la incursión
Llegados a Malta, la escuadra se divide y el HMS illustrious, seguido por una pequeña escolta, marcha hacia el noroeste a velocidad máxima de 28 nudos. A las 20:00 del 11 de noviembre, la primera parte de la operación se concluye con éxito.
El portaaviones se encuentra en el punto indicado para el despegue de los torpederos, a 40 millas al oeste de Cefalónica y a unas 170 millas al sudoeste de Tarento. Durante toda la jornada los observadores británicos han tenido bajo control la base naval italiana. Esta observación duraría hasta las 23:30, pocos minutos antes del ataque. Será el último observador quien señalará la entrada en el puerto de Tarento del sexto acorazado italiano, el RMi Andrea Doria. A bordo del HMS illustrious están preparados. Lyster telegrafía a Cunningham: "Ahora los faisanes están todos en el nido".
En Tarento está toda la escuadra italiana. En el Mare Grande están los Acorazados RMI Littorio, el RMI Vittorio Veneto, el RMI Caio Duilio, el RMI Andrea Doria, el RMI Conte di Cavour y el RMI Giulio Cesare, los Cruceros RMI Gorizia, RMI Zara y el RMI Fiume y numerosas unidades menores. En el Mare Piccolo estaban anclados los cruceros RMI Pola, RMI Trento, RMI Trieste, RMI Bolzano, RMI Duca degli Abruzzi y RMI Garibaldi, el RMI Miraglia, viejo navío de apoyo de hidroaviones, y muchos destructores.
Las defensas antiaéreas de la base consistían en 21 baterías con 101 cañones antiaéreos, 68 grupos de ametralladoras antiaéreas con un total de 84 piezas y 109 ametralladoras ligeras. El puerto estaba defendido por 27 globos cautivos, 16 de ellos situados a poniente de las naves a lo largo del dique de la Tarentola y 11 en la costa de levante. En realidad los globos cautivos deberían haber sido 87 pero el mismo día anterior un fuerte viento había soltado unos 70 y no había sido posible sustituirlos. Existían, pues, muchos puntos indefensos por los que podían pasar los aviones.
Por lo que respecta a los obstáculos marítimos, estaban constituido por redes anti-torpedo. Pero de 12.800 metros de red previstos para la protección de las naves fondeadas en el Mare Grande, sólo 4.200 metros se habían colocado. Lo que faltaba estaba todavía fabricándose, al ritmo de 3.600 metros al mes. Las redes colocadas estaban sujetas a boyas y descendían a una profundidad de diez metros, a unos 2.000 metros delante de las naves ancladas. Se juzgaba una distancia relativamente segura. Evidentemente, nadie había tenido en cuenta en hecho de que unas pocas semanas, en aguas de Tobruk y de Augusta, los pilotos británicos había logrado lanzar a solo 300 metros del blanco.
El 6 de noviembre de 1940, a las cuatro de la tarde, una escuadra compuesta del HMS Illustrious, los acorazados HMS Warspite, HMS Valiant y HMS Malaya y el crucero acorazado HMS Ramillies dejan Alejandría con el destino oficial de escoltar un convoy hacia Creta. Durante la travesía, los cazas británicos logran mantener alejados a los observadores italianos que exploran la zona. Era de fundamental importancia impedir a los aviones italianos seguir el movimiento de la escuadra inglesa.

El portaaviones se encuentra en el punto indicado para el despegue de los torpederos, a 40 millas al oeste de Cefalónica y a unas 170 millas al sudoeste de Tarento. Durante toda la jornada los observadores británicos han tenido bajo control la base naval italiana. Esta observación duraría hasta las 23:30, pocos minutos antes del ataque. Será el último observador quien señalará la entrada en el puerto de Tarento del sexto acorazado italiano, el RMi Andrea Doria. A bordo del HMS illustrious están preparados. Lyster telegrafía a Cunningham: "Ahora los faisanes están todos en el nido".
En Tarento está toda la escuadra italiana. En el Mare Grande están los Acorazados RMI Littorio, el RMI Vittorio Veneto, el RMI Caio Duilio, el RMI Andrea Doria, el RMI Conte di Cavour y el RMI Giulio Cesare, los Cruceros RMI Gorizia, RMI Zara y el RMI Fiume y numerosas unidades menores. En el Mare Piccolo estaban anclados los cruceros RMI Pola, RMI Trento, RMI Trieste, RMI Bolzano, RMI Duca degli Abruzzi y RMI Garibaldi, el RMI Miraglia, viejo navío de apoyo de hidroaviones, y muchos destructores.
Las defensas antiaéreas de la base consistían en 21 baterías con 101 cañones antiaéreos, 68 grupos de ametralladoras antiaéreas con un total de 84 piezas y 109 ametralladoras ligeras. El puerto estaba defendido por 27 globos cautivos, 16 de ellos situados a poniente de las naves a lo largo del dique de la Tarentola y 11 en la costa de levante. En realidad los globos cautivos deberían haber sido 87 pero el mismo día anterior un fuerte viento había soltado unos 70 y no había sido posible sustituirlos. Existían, pues, muchos puntos indefensos por los que podían pasar los aviones.
Por lo que respecta a los obstáculos marítimos, estaban constituido por redes anti-torpedo. Pero de 12.800 metros de red previstos para la protección de las naves fondeadas en el Mare Grande, sólo 4.200 metros se habían colocado. Lo que faltaba estaba todavía fabricándose, al ritmo de 3.600 metros al mes. Las redes colocadas estaban sujetas a boyas y descendían a una profundidad de diez metros, a unos 2.000 metros delante de las naves ancladas. Se juzgaba una distancia relativamente segura. Evidentemente, nadie había tenido en cuenta en hecho de que unas pocas semanas, en aguas de Tobruk y de Augusta, los pilotos británicos había logrado lanzar a solo 300 metros del blanco.
D. MISTERIO DE LAS REDES ANTITORPEDO
La posición de las naves italianas era perfectamente conocida por los británicos. El Almirante Cunningham reveló luego que sus observadores habían tomado miles de fotos y gracias a ellas los expertos habían identificado cada unidad, la colocación de las redes, los globos cautivos, las baterías antiaéreas, las baterías de reflectores y las líneas de cilindros flotantes que sostenían las redes anti-torpedo.
Una sola cosa no habían podido descubrir los ingleses con las fotografías aéreas: la profundidad que alcanzaban las redes. Pero demostraron conocer también este dato, pues los torpedos lanzados aquella noche en Tarento fueron regulados para bajar a una profundidad de 10,60 metros, o sea 70 centímetros más bajo que el nivel de las redes de protección.
Escuadrilla de Swordfish pertenecientes al HMS illustrious
A bordo del HMS Illustrious, entre tanto, marcha todo según lo planeado. La operación prevé que el ataque se desarrolle en dos oleadas sucesivas: la primera a las 22:45 y la segunda a las 23:45. Los aviones deben llegar a Tarento del sudoeste después de realizar un desvío simulado para no revelar el punto de procedencia. Dos de ellos lanzarían bengalas en el lado oriental del Mare Grande para iluminar a las unidades fondeadas.
Otros aviones bombardearían la zona del Mare Piccolo a fin de confundir a los antiaéreos. Finalmente, los torpederos deberán dirigirse al objetivo con el motor parado, volando sobre el nivel del mar para escapar de los antiaéreos y así lanzar sus torpedos a la menor distancia posible.
La primera formación estaba compuesta por 12 torpederos al mando del Capitán de Fragata K. Williamson del 815º Escuadrón, que consistía en una mezcla de seis Swordfish armados con torpedos y seis con bombas y se dividió en dos secciones. La segunda ola de nueve aviones estaba encabezada por el Capitán de Fragata J. W. Hale de 819º Escuadrón. Las condiciones del tiempo eran ideales: la luna estaba casi llena y la visibilidad era optima. Soplaba una ligera brisa del noroeste.
D1. Primera Oleada (Según orden de despegue)
Los pilotos y copilotos del portaaviones HMS Eagle, fueron transferidos al HMS Illustrious para realizar el ataque.
D1. Segunda Oleada (Según orden de despegue)
Los pilotos y copilotos del portaaviones HMS Eagle, fueron transferidos al HMS Illustrious para realizar el ataque.
Una sola cosa no habían podido descubrir los ingleses con las fotografías aéreas: la profundidad que alcanzaban las redes. Pero demostraron conocer también este dato, pues los torpedos lanzados aquella noche en Tarento fueron regulados para bajar a una profundidad de 10,60 metros, o sea 70 centímetros más bajo que el nivel de las redes de protección.

Otros aviones bombardearían la zona del Mare Piccolo a fin de confundir a los antiaéreos. Finalmente, los torpederos deberán dirigirse al objetivo con el motor parado, volando sobre el nivel del mar para escapar de los antiaéreos y así lanzar sus torpedos a la menor distancia posible.
La primera formación estaba compuesta por 12 torpederos al mando del Capitán de Fragata K. Williamson del 815º Escuadrón, que consistía en una mezcla de seis Swordfish armados con torpedos y seis con bombas y se dividió en dos secciones. La segunda ola de nueve aviones estaba encabezada por el Capitán de Fragata J. W. Hale de 819º Escuadrón. Las condiciones del tiempo eran ideales: la luna estaba casi llena y la visibilidad era optima. Soplaba una ligera brisa del noroeste.
D1. Primera Oleada (Según orden de despegue)
- Capitán de Fragata: K. Williamson y Teniente de Navío: N. J. Scarlett.
Aparato: Fairey Swordfish L4A; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Subteniente: P. D. J. Sparke y Subteniente: A. L. O. Neale.
Aparato: Fairey Swordfish L4C; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Subteniente: A. S. D. Macaulay y Subteniente: A. L. O. Wray.
Aparato: Fairey Swordfish L4R; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: N. M. Kemp y Subteniente: R. A. Bailey.
Aparato: Fairey Swordfish L4K; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: H. A. I. Swayne y Subteniente: W. A. Buscall.
Aparato: Fairey Swordfish L4M; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: M. R. Maund y Subteniente: W. A. Bull.
Aparato: Fairey Swordfish E4F; Portaaviones: HMS Eagle; Escuadrón: 813º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: L. J. Kiggell y Teniente de Navío: H. R. B. Janvrin.
Aparato: Fairey Swordfish L4P; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 813º Escuadrón; Carga: Bengalas y cuatro bombas de 250 Lb. - Teniente de Navío: C. B. Lamb y Teniente: K. C. Gieve.
Aparato: Fairey Swordfish L5B; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: Bengalas y cuatro bombas de 250 Lb. - Capitán: O. Patch y Teniente de Navío: D. G. Goodwin.
Aparato: Fairey Swordfish E5A; Portaaviones: HMS Eagle; Escuadrón: 824º Escuadrón; Carga: seis bombas de 250 Lb. - Subteniente: W. C. Sarra y Guardiamarina: J. Bowker.
Aparato: Fairey Swordfish L4L; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º y 819º Escuadrón; Carga: seis bombas de 250 Lb. - Subteniente: A. J. Fonde y Subteniente: A. Mardel-Ferreira.
Aparato: Fairey Swordfish L4H; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 815º Escuadrón; Carga: seis bombas de 250 Lb. - Teniente de Navío: J. B. Murria y Subteniente: S. M. Paine.
Aparato: Fairey Swordfish E5Q; Portaaviones: HMS Eagle; Escuadrón: 824º Escuadrón; Carga: seis bombas de 250 Lb.
Los pilotos y copilotos del portaaviones HMS Eagle, fueron transferidos al HMS Illustrious para realizar el ataque.
D1. Segunda Oleada (Según orden de despegue)
- Capitán de Fragata: J. W. Hale y Teniente de Navío:G. A. carline.
Aparato: Fairey Swordfish L5A; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: G. W. Bayley y Teniente de Navío: H. J. Slaughter.
Aparato: Fairey Swordfish E4H; Portaaviones: HMS Eagle; Escuadrón: 824º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: C. S. C. Lea y Teniente de Navío: P. D. Jones.
Aparato: Fairey Swordfish E4H; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: F. M. Torrens-Spence y Teniente de Navío: A. W. F. Sutton.
Aparato: Fairey Swordfish L5K; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: J. W. G. Wellham y Teniente de Navío: P. Humphreys.
Aparato: Fairey Swordfish E5A; Portaaviones: HMS Eagle; Escuadrón: 824º Escuadrón; Carga: Torpedos. - Teniente de Navío: R. W. Hamilton y Subteniente: R. B. Weekes.
Aparato: Fairey Swordfish E5B; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: Bengalas y cuatro bombas de 250 Lb. - Teniente de Navío: R. G. Skelton y Teniente: E. A. Perkins.
Aparato: Fairey Swordfish L4F; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: Bengalas y cuatro bombas de 250 Lb. - Teniente de Navío: W. D. Morford y Subteniente: R. A. Green.
Aparato: Fairey Swordfish L5Q; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: seis bombas de 250 Lb. - Teniente de Navío: E. W. Clifford y Subteniente: G. R. M. Going.
Aparato: Fairey Swordfish L5F; Portaaviones: HMS Illustrious; Escuadrón: 819º Escuadrón; Carga: seis bombas de 250 Lb.
Los pilotos y copilotos del portaaviones HMS Eagle, fueron transferidos al HMS Illustrious para realizar el ataque.
E. LAS BENGALAS ILUMINAN EL BLANCO
Desde la mañana del 11 de noviembre, la base de Tarento está en estado de alerta por las frecuentes alarmas aéreas provocada por los observadores ingleses. Hacia la noche sigue habiendo alertas (entre las 19.30 y las 21:55). Las sirenas aúllan todavía a las 21:30.
Después a las 22:58. Es decir, en el preciso instante en que las baterías de San Vito abren el fuego. Pocos minutos después se encienden las primeras bengalas en el lado oriental del puerto, mientras cuatro Swordfish sueltan algunas bombas sobre las naves fondeadas en el Mare Piccolo, sin ningún resultado.
El fuego de los antiaéreos se dirigió pronto hacia ellos (los italianos piensan que el ataque procede de Malta). Es en este momento cuando entran en acción los torpederos. Desde 1.300 metros de altura, los Swordfish descienden a motor parado hasta 10 metros de la superficie y se lanzan silenciosamente contra los navíos, perfectamente visibles. El avión de cabeza, pilotado por el Teniente John Williamson, se dirige hacia el RMI Conte di Cavour. Desde la nave lo divisan a menos de 500 metros. Las ametralladoras entran en acción y el tiro bien dirigido derriba al aparato.
Pero en ese preciso momento el piloto logra lanzar el torpedo que da de lleno en la proa del acorazado. Poco después, otros dos torpederos apuntan peligrosamente al acorazado, pero cuando perciben la llamarada de la explosión dan un brusco viraje y lanzaron sus torpedos contra el RMI Doria, a distancia de unos 800 metros. sus torpedos explotan antes de llegar al blanco. Pasan pocos minutos. El cielo está punteado por el fuego de barrera. Ahora todos los navíos disparaban con las ametralladoras y la piezas de poco calibre.
El RMI Conte di Cavour medio hundido en el puerto de Tarento
A bordo la confusión es enorme. A las 23:15. otros dos torpederos surgen de la noche y apuntan al RMI Littorio, desde dos direcciones opuestas. El primero pilotado por el Teniente de Navío N. M. Kemp, lanza el torpedo desde 350 metros y toca el costado derecho del acorazado; el segundo, pilotado por el Teniente de Navío H. A. I. Swayne, acierta en la popa, al costado izquierdo, lanzando desde 300 metros.
A las 23:17, el último avión torpedero, pilotado por el Teniente de Navío M. R. Maund, volando a cinco metros del agua para evitar el tiro de los defensores, lanza un torpedo contra el RMI Vittorio Véneto. El torpedo se dirige hacia la nave con gran precisión, pero por un defecto del detonador estalla a 50 metros del objetivo. La primera fase del ataque ha finalizado. Treinta minutos y comienza el segundo ataque. A las 23:30, se vuelve a oír el rumor de los aviones al este del Mare Grande.
Después a las 22:58. Es decir, en el preciso instante en que las baterías de San Vito abren el fuego. Pocos minutos después se encienden las primeras bengalas en el lado oriental del puerto, mientras cuatro Swordfish sueltan algunas bombas sobre las naves fondeadas en el Mare Piccolo, sin ningún resultado.
El fuego de los antiaéreos se dirigió pronto hacia ellos (los italianos piensan que el ataque procede de Malta). Es en este momento cuando entran en acción los torpederos. Desde 1.300 metros de altura, los Swordfish descienden a motor parado hasta 10 metros de la superficie y se lanzan silenciosamente contra los navíos, perfectamente visibles. El avión de cabeza, pilotado por el Teniente John Williamson, se dirige hacia el RMI Conte di Cavour. Desde la nave lo divisan a menos de 500 metros. Las ametralladoras entran en acción y el tiro bien dirigido derriba al aparato.
Pero en ese preciso momento el piloto logra lanzar el torpedo que da de lleno en la proa del acorazado. Poco después, otros dos torpederos apuntan peligrosamente al acorazado, pero cuando perciben la llamarada de la explosión dan un brusco viraje y lanzaron sus torpedos contra el RMI Doria, a distancia de unos 800 metros. sus torpedos explotan antes de llegar al blanco. Pasan pocos minutos. El cielo está punteado por el fuego de barrera. Ahora todos los navíos disparaban con las ametralladoras y la piezas de poco calibre.

A las 23:17, el último avión torpedero, pilotado por el Teniente de Navío M. R. Maund, volando a cinco metros del agua para evitar el tiro de los defensores, lanza un torpedo contra el RMI Vittorio Véneto. El torpedo se dirige hacia la nave con gran precisión, pero por un defecto del detonador estalla a 50 metros del objetivo. La primera fase del ataque ha finalizado. Treinta minutos y comienza el segundo ataque. A las 23:30, se vuelve a oír el rumor de los aviones al este del Mare Grande.
F. EL SEGUNDO ATAQUE
Los aviones torpederos vuelven al ataque a las 00:00. El primero, pilotado por el Teniente de Navío C. S. C. Lea, desciende a motor parado sobre el RMI Duilio tocándolo a proa con un torpedo. Un minuto después, otros dos aparatos atacan al RMi Littorio. El acorazado recibe a la vez dos torpedos en el costado derecho, pero el último no estalla. Siempre a la misma hora, otro torpedero ataca al RMi Vittorio Véneto.
También esta vez la fortuna protege al acorazado, el torpedo pasa rozándolo sin acertarlo. El último torpedero de la formación se dirige al RMI Gorizia, al que intenta atacar, pero los antiaéreos del crucero lo derriban en el mismo instante del lanzamiento; su torpedo, soltado fuera de las redes, se perderá en el fondo. Son las 00:03. Algunos aparatos soltarán bombas hasta las 00:30. Luego, los 18 aparatos supervivientes volverán aisladamente al portaaviones HMS Illustrious, logrando un éxito sin precedentes.
A la 01:00 horas de la noche del 12 de Noviembre de 1940, la fuerza británica del Mar Adriático que escoltaba a la flota rumbo a Tarento detectó a los mercantes italianos SS Antonio Locatelli, SS Premuda, SS Vado y SS Catalani, en el Estrecho de Otranto. Sin dudarlo los cruceros HMS Orion, HMAS Sidney y HMS Ajax, junto a los destructores HMS Nubian y HMS Mohawk, pusieron rumbo hacia sus enemigos. Lanzando bengalas, el área marítima quedó a la vista y los italianos descubiertos.
El torpedero RMI Fabrizi y el cañonero RMi Ramb III, acudieron inútilmente en su ayuda. Con 74 cañones disparando los británicos destrozaron y hundieron al torpedero RMI Fabrizi provocando 11 muertos y 17 heridos, entre ellos el Capitán Giovanni Barbini. A continuación se centraron en el resto de barcos, hundiendo a los 4 mercantes SS Antonio Locatelli, SS Premuda, SS Vado y SS Catalani, que totalizaban las 16.938 toneladas brutas pérdidas y la muerte de 25 marineros. El cañonero RMI Ramb III fue el único superviviente tras poner rumbo a Italia intacto.
Con cinco torpedos en el blanco han puesto fuera de juego a la mitad de la escuadra de línea italiana. Desde este momento los ingleses son de nuevo los dueños del Mediterráneo. "Este golpe", escribe el Almirante Cunningham, "reduce, si no anula del todo, la amenaza de la Regia marina. Con un total de seis horas y media de vuelo entre ida y vuelta, veintiún aviones ingleses han infligido a la escuadra italiana más daño que los causados a la flota alemana en la Batalla de Jutlandia.
Tal operación constituye, pues, un ejemplo inigualado en economía de fuerzas". En verdad, al menos en el último punto, el almirante Cunningham se engañaba. El hito inigualado de "economía de guerra" será ofrecido por la Regia Marina cuando, un año después, con solo tres S.L.C. "Maiale" (torpedos de marcha lenta) conducidos por seis hombres, hunda en el puerto de Alejandría dos acorazados y un petrolero. La acción de Tarento fue, sin embargo, fatal para la escuadra italiana.
Tras el ataque, las naves alcanzadas fueron encalladas para evitar su hundimiento. El RMI Cavour, completamente anegado de agua, descansó sobre el fondo. A la luz del sol los daños sufridos por las tres naves resultaron más graves de lo previsto. El RMI Littorio tenía a proa un agujero de 15 por 10 metros y otro de 12 metros por 9, mientras en la popa tenía otro de 7 metros por 1,5 y tuvo que estar en el dique seco hasta marzo de 1941.
El RMI Caio Duilio, con una vía de agua de 1 metro por 7, no volverá al mar hasta mayo. El RMI Conte di Cavour, con un agujero de 12 metros por 8, será remolcado a Trieste y no podrá regresar al mar. El destructor RMI Libeccio y el crucero RMI Trento fueron alcanzados por dos bombas que no estallaron.
La reacción fue grande en toda italia. La gente había estado convencida hasta entonces de que la marina, el arma menos contaminada por la retórica fascista, era también la mas preparada. En realidad, la Regia Marina fue una de las mas potentes de la 2GM hasta la noche de Tarento y los ingleses habían tenido buenas razones para reducir su capacidad ofensiva.
De varios sitios se trató de sacar un motivo que explicara la ligereza con que el Alto Mando había concentrado la flota en Tarento sin las defensas adecuadas. Se alzaron muchas voces, y entre ellas aquella según la cual habría llegado una orden de muy arriba para que el previsto alejamiento de los acorazados fuera retrasado, a fin de permitir que el Duce los mostrase reunidos a algunos ilustres visitantes. Naturalmente, nunca se llegó al fondo de la cuestión, y no se tomó ninguna medida respecto a quién se había "olvidado" de distanciar las grandes naves. Además, Ciano salió aquel día de su conversación con Mussolini con la clara impresión de que el Duce no había valorado del todo la gravedad de lo sucedido.
También esta vez la fortuna protege al acorazado, el torpedo pasa rozándolo sin acertarlo. El último torpedero de la formación se dirige al RMI Gorizia, al que intenta atacar, pero los antiaéreos del crucero lo derriban en el mismo instante del lanzamiento; su torpedo, soltado fuera de las redes, se perderá en el fondo. Son las 00:03. Algunos aparatos soltarán bombas hasta las 00:30. Luego, los 18 aparatos supervivientes volverán aisladamente al portaaviones HMS Illustrious, logrando un éxito sin precedentes.
A la 01:00 horas de la noche del 12 de Noviembre de 1940, la fuerza británica del Mar Adriático que escoltaba a la flota rumbo a Tarento detectó a los mercantes italianos SS Antonio Locatelli, SS Premuda, SS Vado y SS Catalani, en el Estrecho de Otranto. Sin dudarlo los cruceros HMS Orion, HMAS Sidney y HMS Ajax, junto a los destructores HMS Nubian y HMS Mohawk, pusieron rumbo hacia sus enemigos. Lanzando bengalas, el área marítima quedó a la vista y los italianos descubiertos.
El torpedero RMI Fabrizi y el cañonero RMi Ramb III, acudieron inútilmente en su ayuda. Con 74 cañones disparando los británicos destrozaron y hundieron al torpedero RMI Fabrizi provocando 11 muertos y 17 heridos, entre ellos el Capitán Giovanni Barbini. A continuación se centraron en el resto de barcos, hundiendo a los 4 mercantes SS Antonio Locatelli, SS Premuda, SS Vado y SS Catalani, que totalizaban las 16.938 toneladas brutas pérdidas y la muerte de 25 marineros. El cañonero RMI Ramb III fue el único superviviente tras poner rumbo a Italia intacto.
Con cinco torpedos en el blanco han puesto fuera de juego a la mitad de la escuadra de línea italiana. Desde este momento los ingleses son de nuevo los dueños del Mediterráneo. "Este golpe", escribe el Almirante Cunningham, "reduce, si no anula del todo, la amenaza de la Regia marina. Con un total de seis horas y media de vuelo entre ida y vuelta, veintiún aviones ingleses han infligido a la escuadra italiana más daño que los causados a la flota alemana en la Batalla de Jutlandia.
Tal operación constituye, pues, un ejemplo inigualado en economía de fuerzas". En verdad, al menos en el último punto, el almirante Cunningham se engañaba. El hito inigualado de "economía de guerra" será ofrecido por la Regia Marina cuando, un año después, con solo tres S.L.C. "Maiale" (torpedos de marcha lenta) conducidos por seis hombres, hunda en el puerto de Alejandría dos acorazados y un petrolero. La acción de Tarento fue, sin embargo, fatal para la escuadra italiana.
Tras el ataque, las naves alcanzadas fueron encalladas para evitar su hundimiento. El RMI Cavour, completamente anegado de agua, descansó sobre el fondo. A la luz del sol los daños sufridos por las tres naves resultaron más graves de lo previsto. El RMI Littorio tenía a proa un agujero de 15 por 10 metros y otro de 12 metros por 9, mientras en la popa tenía otro de 7 metros por 1,5 y tuvo que estar en el dique seco hasta marzo de 1941.
El RMI Caio Duilio, con una vía de agua de 1 metro por 7, no volverá al mar hasta mayo. El RMI Conte di Cavour, con un agujero de 12 metros por 8, será remolcado a Trieste y no podrá regresar al mar. El destructor RMI Libeccio y el crucero RMI Trento fueron alcanzados por dos bombas que no estallaron.
La reacción fue grande en toda italia. La gente había estado convencida hasta entonces de que la marina, el arma menos contaminada por la retórica fascista, era también la mas preparada. En realidad, la Regia Marina fue una de las mas potentes de la 2GM hasta la noche de Tarento y los ingleses habían tenido buenas razones para reducir su capacidad ofensiva.
De varios sitios se trató de sacar un motivo que explicara la ligereza con que el Alto Mando había concentrado la flota en Tarento sin las defensas adecuadas. Se alzaron muchas voces, y entre ellas aquella según la cual habría llegado una orden de muy arriba para que el previsto alejamiento de los acorazados fuera retrasado, a fin de permitir que el Duce los mostrase reunidos a algunos ilustres visitantes. Naturalmente, nunca se llegó al fondo de la cuestión, y no se tomó ninguna medida respecto a quién se había "olvidado" de distanciar las grandes naves. Además, Ciano salió aquel día de su conversación con Mussolini con la clara impresión de que el Duce no había valorado del todo la gravedad de lo sucedido.
G. GALERÍA FOTOGRÁFICA
G1. Mandos


G2. Unidades




G3. Fotos Varias








H. FUENTES
Crónica Militar y Política de La Segunda Guerra Mundial; Editorial Sarpe; Depósito Legal: M.41.059-1982.
Así fue la Segunda Guerra Mundial; Editorial Noguer S.A.; Año: 1972.
La Noche de Tarento: El ataque que cambió la historia de la guerra aeronaval; Autor: Ángel Márquez Salgado; Editorial: Aglaya; ISBN: 9788493650230.
http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Taranto
http://www.eurasia1945.com/batallas/con ... a-tarento/
http://www.navweaps.com/index_oob/OOB_W ... aranto.htm
http://digilander.libero.it/lacorsainfi ... aranto.htm
http://www.de1939a1945.com/batallas/016tarento.htm
http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?t=3045
http://www.exordio.com/1939-1945/milita ... rento.html