
- RUSIA ES CULPABLE
- LOS BANDERINES DE ENGANCHE
- DESPEDIDA DE LA DIVISIÓN AZUL
- LA LARGA MARCHA HACIA EL FRENTE
- POSSAD
- LA ACCIÓN EN EL LAGO ILMEN
- BOLSA DE VOLJOV
- AL SUR DEL LAGO LADOGA
- EN LOS BOSQUES DE POSSELOK
- KRASNY BOR[
- LA REPATRIACIÓN
- ORGANIZACIÓN
12A. JUNIO DE 1941
12B. 1944 - MANDOS
- ÁLBUM FOTOGRÁFICO
- VÍDEO
- FUENTES
La noticia de la declaración de guerra, la comunica a los periodistas el Jefe del Gabinete de Asuntos Exteriores, Ximénez de Sandoval. Por encargo expreso de Von Ribbentrop, el embajador alemán en España Von Stohrer, comunicó verbalmente al ministro de Asuntos Exteriores español Ramón Serrano Suñer, la decisión del Gobierno germano de declarar la guerra a la Rusia soviética. El ministro se trasladó inmediatamente a El Pardo para informar al Jefe del Estado. Hubo una reunión urgente del Consejo de Ministros para examinar en profundidad la nueva fase de la Guerra Mundial.

En la Ciudad Universitaria, al enterarse de esta manifestación, los catedráticos, que habían fijado exámenes para ese día, los suspenden y aplazan. Van llegando más manifestantes, con pancartas en las que se lee: “Voluntarios Falangistas contra Rusia”.
Tras recorrer la Gran Vía madrileña, se dirigen hacia la calle de Alcalá y se estacionan ante el edificio en donde está la Secretaría General. Ramón Serrano Suñer, se dirige desde los balcones de la Secretaría General del Movimiento a la multitud y pronuncia unas breves pero vibrantes palabras: «Camaradas: No es hora de discursos. Pero sí de que la Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable! Culpable de nuestra guerra civil. Culpable de la muerte de José Antonio, nuestro fundador. Y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa…».

El Gobierno accede a enviar una fuerza expedicionaria a luchar en la URSS. Estará compuesta por una división de infantería y una escuadrilla de aviación. Pero se discute sobre si es posible una división organizada del Ejército o de voluntarios falangistas. La solución final será mixta. La División estará integrada por voluntarios procedentes de las filas del Ejército y por voluntarios de Milicias, organizada de la siguiente forma:
- Jefes: General, Coroneles, Tenientes Coroneles y Comandantes, profesionales del Ejército.
- Oficiales: Capitanes, profesionales del Ejército, de los cuales el 60 por 100 procedían
de las Academias Militares. El resto de las Milicias, tenientes y alféreces, el 67 por 100 profesionales del Ejército y los restantes de Milicias. - Suboficiales: También el 67 por 100 profesionales del Ejército y los restantes de Milicias.
- Personal de tropa: La inmensa mayoría facilitado por las Jefaturas de Milicias.
Circular del Ministro Secretario del Movimiento, ordenando la apertura de los banderines de enganche. Circular nº 124.
Camarada:
Desde el mismo instante en que fue público el ataque alemán sobre Rusia, millares de camaradas de nuestra Falange han manifestado clamorosamente su voluntad de intervención en la lucha. No se trata ya, como otras veces, de simples manifestaciones de simpatía a quienes compartieron el riesgo con nosotros en horas decisivas, encarnan ejemplarmente formas revolucionarias semejantes a las que apetecemos para nuestra Patria y sufren o han sufrido como nosotros la injusticia y el despojo. Se trata en este instante de algo más profundo y también más vivo: de sentir como rigurosamente propia la batalla que Alemania emprende contra el comunismo.
Si la finalidad última de los Movimientos Nacionales es revolucionaria, es evidente que fue la presencia de otra revolución adversa, aniquiladora y negativa quien produjo en las juventudes del mundo, con la conciencia del peligro, la sensibilidad heroica necesaria para tomar su propio camino. Es, pues, natural que la visión de este peligro, aún vivo y encarnado en Rusia, sea el primer motor heroico que lleva a nuestra juventud a desear frente a ellos una actitud de beligerancia más real. Rusia quiso destruir a España y la destruyó en buena parte; quiso apropiarse de ella como palanca para hacer saltar al mundo occidental, y pasan de un millón los muertos que España tuvo que entregar en el rescate. Europa entera no tendrá paz ni sosiego mientras Rusia exista, y la verdadera revolución redentora del pueblo no triunfará del todo mientras persevere en las fronteras de Europa la sombra del comunismo.
Tenemos que desagraviar a nuestros caídos y tenemos que asegurar la existencia de nuestros herederos. Tenemos que vengar a España y tenemos que estar presentes en la tarea de salvar a Europa. No habrá en esto olvido alguno de nuestros caminos naturales ni de nuestros legítimos intereses, pero España hoy se limita a libertar la pasión de su juventud para que entre en la batalla preferida, en la cruzada europea. En virtud de estas razones, la Falange recoge en disciplina orgánica el voluntario entusiasmo, abriendo banderines de enganche para formar una legión de combatientes que habrán de luchar contra Rusia. Por todo ello, te ordeno curses a todos los camaradas militantes la invitación a participar en la lucha y abras –de acuerdo con la Jefatura de Milicias y según las instrucciones que recibas– los centros para reclutamiento voluntario.
El secretario general del Movimiento, José Luis de Arrese.
Habló Ramón Serrano Suñer y estuvieron presentes en el acto el ministro del Ejército, General José Enrique Varela Iglesias, el de Agricultura, Miguel Primo de Rivera, y el Ministro Secretario, José Luis Arrese Magra, así como la Delegada Nacional de la Sección Femenina, Pilar Primo de Rivera. También acudieron a la despedida los Generales José Moscardó Ituarte, Andrés Saliquet Zumeta, José Millán Astray Terreros, Ricardo Rada y Peral, Francisco de Paula Borbón y de la Torre, Camilo Alonso Vega y Elíseo Álvarez Arenas.
Se trataba de la única división extranjera integrada en el Ejército alemán, con la particularidad de que era netamente española. Todos los mandos lo eran y regía el Código de Justicia Militar español. Existía sólo una plana mayor de enlace alemana, que se encargó de coordinar toda la tramitación de órdenes entre el Alto Mando alemán y la División.
La fuerza fue equipada con armamento regular alemán, que incluye las armas de mano y armamento pesado de anticarro, morteros y obuses, tal como fueron dotadas todas las fuerzas de infantería alemanas. El transporte principal fue realizado con tracción animal, como solía hacerse en el Frente del Este. La División Azul estaba compuesta por 641 oficiales, 2.272 suboficiales y 15.780 hombres de tropa.

El día 6 de noviembre de 1941 la División Azul releva a los alemanes en Possad, y a partir de este momento los divisionarios instalados en la cabeza de puente, deben sostener una dura lucha para la defensa de las posiciones conquistadas. Se combate ya a temperaturas de 15 hasta 20 grados bajo cero; las posiciones no forman una línea continua, sino “blocaos”, y entre ellos se filtran los soviéticos en emboscadas. Pese a todo, Possad sigue resistiendo los ataques masivos del Ejército Rojo, a cargo del 1º Batallón del 269 del Comandante Tomás García Rebull, apoyado por el 2º de Román y otras unidades.

El 7 de diciembre de 1941, después de veintiséis días de resistencia, Muñoz Grandes ordena el repliegue. Columnas de soldados heridos y exhaustos retroceden hacia la orilla occidental del río Volchov. En Possad quedan los muertos. De mil seiscientos hombres, el Regimiento 269 ha sufrido quinientas sesenta y seis bajas.

En la madrugada del día 10, la Compañía de Esquiadores de la División Azul parte del poblado de Spasspiskopez, al sudoeste del lago Ilmen, con la orden de romper el cerco. La Compañía de Esquiadores al mando del Capitán José Manuel Ordás Rodríguez, secundado por el teniente José Otero de Arce, avanzan a la cabeza de doscientos seis hombres, por la superficie helada del lago. Tras una caminata de 30 km. con temperaturas de 50 grados bajo cero, al amanecer del día 11, la Compañía alcanza la orilla y enlaza con la guarnición alemana de Ustrika.
Los españoles han sufrido ciento dos bajas por heridas y congelación. El resto profundiza en territorio enemigo, ocupando las aldeas de Sadneie, Pole, Pagost Ushin, Dubrovo, Bolshoy Utschno y Shiloy Tschernez. Extenuados, hambrientos, aspeados por la ventisca, combaten con la nieve a la cintura y 45 kilos de impedimenta a la espalda.

El 3 de enero de 1942, los soviéticos habían roto las líneas alemanas del ala izquierda de la División Azul, introduciendo enormes contingentes de tropas mecanizadas que profundizan a retaguardia y amenazan con envolver al Grupo de Ejército Norte. Los alemanes pierden Teremez, y los españoles (2º Batallón del 269) contraatacan, sufriendo importantes pérdidas. Los soviéticos acometen las posiciones españolas de La Ermita, El Alcázar, Las Pilastras, Chutyni y El Mogote, mientras continúan introduciendo hombres, caballos, cañones y tanques en su cabeza de puente. Alemanes y españoles luchan por cerrar el “cuello de la botella”, de la que al poco tiempo se denominaría Bolsa del Voljov.

Es la estación del deshielo, la “raputitsa” rusa. El 27 de abril, Hitler pronuncia un discurso en la ópera de Kroll, de Berlín: «…y cuando la División Azul regrese a su Patria, no podremos darle a ella y a su general otro certificado, que el reconocimiento de su fidelidad y su heroísmo llevados hasta la muerte…» Los españoles continúan luchando en el “infierno verde” de la Bolsa. El Grupo de Exploración (Comandante Fernández-Cuesta), y el 3º Batallón del 262 (Comandante Ramírez de Cartagena), penetran en la espesura el 31 de mayo, y tras entablar sangrientos encuentros, el 26 de junio de 1942 regresan a sus posiciones de partida. Han capturado cinco mil noventa y siete enemigos.
Al sur del lago Ladoga se inicia una enorme ofensiva del Ejército Rojo para aliviar el cerco de Leningrado. En el sector español, el ataque soviético se centra en las posiciones del Regimiento 262, ala derecha del despliegue de la División. El 7 de septiembre de 1942, la División Azul vuelve a cambiar de frente, integrándose en el XVIII Ejército del General Georg Lindemann, para tomar parte en la «Operación Luz del Norte».

A metrallazos, a bayonetazos, los españoles avanzan en la espesura, calcinada por los bombardeos. El día 22 de enero cae muerto el Capitán Masip de la 7ª Compañía, y el 26 causan bajas veintisiete oficiales más. Ataca la aviación, ataca la artillería. Los divisionarios avanzan, retroceden, vuelven a avanzar. Finalmente el día 30, se ordena el relevo de los supervivientes: un oficial, el Teniente Soriano, un Brigada, seis Sargentos y veinte soldados componen los restos de un total de ochocientos hombres.

El General Emilio Esteban-Infantes, que ha establecido su puesto de mando en Raikelevo, reclama del Coronel General Georg Lindemann el apoyo de la Luftwaffe. Pero los “Stukas” y “Messerchmitt”, no aparecerían hasta cuatro horas después. El cielo es una enorme nube de polvo rojo. Tiembla la tierra al paso de las orugas de los tanques. Un blindado T-34 ruso se presentó en la isba donde se encontraba el Hospital de la División Azul, que estaba abarrotado de muertos y heridos, hasta el extremo que muchos de ellos se encontraban en el exterior. Con su gran peso, aplastó primero y masacró a la vez a todos los heridos que se encontraban en camillas y trineos, y después embistió contra las paredes.
El edificio empezó a temblar, cuando aparecieron otros tanques para ayudar al trabajo de demolición. En el interior del Hospital, la situación fue de pánico. Intentaban tirarse por la ventana los heridos, médicos y enfermeros, por la parte de detrás para meterse en el bosque de Sablino, donde no podían los tanques perseguirles. Uno de los tanques dirigió su boca de fuego hacia el Hospital para rematarlo. Fue cuando el zapador Antonio Ponte Anido (que había sido herido) de la 3ª Compañía de Zapadores, mandada por el Capitán José Luis Aramburu Topete, cogió una mina antitanque, se adelantó por el ángulo muerto de tiro, y la colocó entre las cadenas, tirando de un cordel para hacer funcionar el fulminante, alejándose del mismo para que no le alcanzase la explosión, pero no pudo evitar que el ametrallador le enviase unas ráfagas que le ocasionaron su muerte, pero el tanque quedó deshecho por la explosión de la mina. Le fue otorgada la Cruz Laureada de San Fernando.
Se lucha dentro del casco urbano de Krasny Bor. Se defiende y evacua a los heridos del hospital, en trance de caer en manos soviéticas. Menudean las víctimas. El propio Coronel Sagrado resulta herido en una mano. Los artilleros defienden sus piezas al arma blanca. Al anochecer decrece la potencia del ataque, pero la batalla continuará, (aunque menos intensamente) durante varios días.

Han muerto el Teniente Coronel Santos Ascarza, el Comandante Lavín del Río, los Capitanes Ruiz de Huidobro, Miranda Labrador, Díez de Ulzurrun, García Segura, Cobián Iglesias, Castro Cardús, Losada Cabrera, Gómez Díez. Caen prisioneros de los soviéticos los Capitanes Teodoro Palacios Cueto y Gerardo Oroquieta Arbiol, y casi tres centenares de soldados, que parten rumbo a los campos de concentración en Siberia. Las pérdidas rusas fueron tan sensibles que, debido al desgaste, no pudieron profundizar más que 5 km. y no conseguir ningún objetivo táctico ni estratégico importante.
La noticia estalla como una bomba entre los combatientes. Desde el General Esteban-Infantes hasta el último de sus soldados consideran el hecho como una deserción. Pero el general ha de obedecer la orden e incluso justificarla ante el Coronel General Georg Lindemann: «A fin de cuentas, una sola división nada significa, en la inmensidad del Ejército alemán, para la buena marcha de las operaciones en el Este». Se entablan conversaciones entre los Gobiernos de España y Alemania. Berlín desea la permanencia de una pequeña unidad española en el frente “por razones ideológicas”. Madrid accede, y el 17 de noviembre de 1943 se crea la «Legión Española de Voluntarios», la «Legión Azul», al mando del Coronel Antonio García Navarro.

La marcha es lenta y dificultosa. Nieva copiosamente y los guerrilleros cortan los caminos, vuelan los puentes y ferrocarriles, disparan desde las orillas de los bosques y toman al asalto algunos poblados del trayecto, que los españoles han de ir desalojando para abrirse paso en dirección sudoeste. Aldeas y “koljoses” incendiados, depósitos de combustibles en llamas, cañones, tanques y trenes dinamitados, constituyen un espectáculo dantesco.

«Sé que regresáis a España porque habéis recibido una orden, no por vuestra propia voluntad, pero nadie podrá separarnos, somos camaradas, y durante más de dos años hemos compartido la alegría y el dolor, la lucha y la victoria, el sentimiento y la muerte… Más tarde dirán de vosotros: “¡Esos hombres fueron la vanguardia fuerte y audaz de una España juvenil, poderosa, digna y feliz!”».
El Coronel Antonio García Navarro acentúa el patetismo de la escena con esta frase: «Hoy es día de luto para todos nosotros», y ordena que sus soldados lleven los fusiles a la funerala en señal de duelo y protesta silenciosa por la orden de repatriación. Algunos se quedaron Muchos de aquellos españoles se negaron a repatriarse. Combatirán, agrupados en cuatro compañías, al mando de una docena de oficiales –Ezquerra, Boté, Sastre, Ocaña, Zabala, Múgica, Fernández, Martínez de Alberich, García, Martín de Arrizubieta...–, en Yugoslavia, Rumania o Austria, cuando la guerra está ya prácticamente perdida. Y aún lucharán en la defensa de la Cancillería del Reich, hasta romper el cerco, o morir, o caer en manos de los soviéticos, para luego volver algunos con la expedición de cautivos liberados de los campos de concentración, capitaneados por Teodoro Palacios y Gerardo Oroquieta.
250ª División de Infantería
- Compañía de Cuartel General (HQ) (2 LMG)
- 250º Pelotón motorizado de mapas
- Pelotón de señales
- Pelotón de ingenieros (3 LMG)
- Banda de regimiento
- Pelotón de reconocimiento en bicicleta
- 3 Compañías de infantería (12 LMG, 3 rifles antitanque, 2 morteros 50 mm cada una)
- Compañía de ametralladoras (12 HMG, 6 morteros 80 mm)
- 13º Compañía de cañones de infantería (2 150 mm sIG, 6 75 mm leIG)
- 14º Compañía motorizada cazacarros (4 LMG, 12 37 mm PAK 36)
269º Regimiento de Infantería (igual al 262º)
250º Batallón de reconocimiento
- Pelotón motorizado antitanque (3 37mm PAK 36, 1 LMG)
- 2 Escuadrones en bicicleta (3 morteros 50 mm, 2 HMG, 9 LMG, 3 rifles antitanques)
- Pelotón motorizado de señales
- 3 Compañías motorizadas antitanque (2 50 mm PAK 38, 9 37mm PAK 36, 6 LMG cada una)
- Mando de regimiento
- Banda de regimiento
- Pelotón de mando
- 3 Baterías (4 105 mm leFH, 2 LMG cada una)
- Pelotón de mando
- 3 Baterías (4 150 mm sFH, 2 LMG cada una)
- Compañía motorizada de teléfonos
- Compañía motorizada de radio
- Columna motorizada ligera de suministros
- 3 Compañías de ingenieros (9 LMG, 3 rifles antitanque, una Compañía en bicicleta)
- Columna ligera de suministros (2 LMG) (a caballo)
- 3 Compañías
- 1-3/250º Columna motorizada ligera de suministros
- 4-6/250º Columna ligera de suministros
- 7-9/250º Columna ligera de suministros de infantería
- 250º Pelotón motorizado de mantenimiento
- 250º Compañía ligera de suministros
- 250º Columna de ambulancias
- 250º Pelotón motorizado de Policía Militar
- Otras unidades
La división es reformada en 1944 cerca a Grodno, de acuerdo con los documentos del OKH para esa época esta constituida así:
250º División de Infantería
262º Regimiento Grenadier
- Mando de regimiento
- Banda de regimiento
- 3 Batallones de infantería, cada uno con:
- 3 Compañías de granaderos (12 LMG, 3 morteros 50 mm cada una)
- Compañía de ametralladoras (12 HMG, 6 morteros 80 mm)
- 13ª Compañía de cañones de infantería (2 150 mm sIG, 4 75 mm leIG)
- 14ª Compañía motorizada antitanque (6 LMG, con una mezcla de 75 mm Pak 40, 50 mm Pak 38 y 37 mm PAK 36)
269º Regimiento Grenadier
250º Batallón cazacarros
- 3 Compañias motorizadas cazacarros (8 LMG, mezcla de 75 mm PAK 40, 50 mm PAK 38 y 37 mm PAK 36)
250º Regimiento de artillería
250 Batallón de ingenieros
250º Batallón de señales
250º Tropas de suministros
- General Jefe: General Agustín Muñoz Grandes.
- Ayudantes del General Jefe: Teniente Coronel Fernando Cárcer Disdier // Comandante Gonzalo de la Lombana García // Capitán de Corbeta Manuel Mora Figueroa.
- Coronel Subjefe: Coronel Miguel Rodrigo Martínez.
- Oficial Interprete: Capitán de Caballería José Egea González.
- Jefe de Estado Mayor: Coronel de Estado Mayor José María Troncoso Sagredo.
- Segundo Jefe de Estado Mayor: Teniente Coronel de Estado Mayor Luis Zanón Aldalur.
Regimiento 262
- Jefe: Coronel Pedro Pimentel Zallas.
- Subjefe: Teniente Coronel Mariano Gómez Zamalloa.
- Jefe: Coronel José Vierna Trápaga.
- Subjefe: Teniente Coronel José Canillas Hernández Helena.
- Jefe: Coronel José Martínez Esparza.
- Subjefe: Teniente Coronel Andrés Fernández Cuevas.
- Jefe: Coronel Jesús Badillo Pérez.
- Subjefe: Teniente Coronel Manuel Fernández Landa y Fernández
- Jefe del I Grupo (Ligero): Comandante Ramón Rodríguez Vita.
- Jefe del II Grupo (Ligero): Comandante Mariano del Prado O´Neil.
- Jefe del III Grupo (Ligero): Comandante Ramón Díez Ulzurrun.
- Jefe del IV Grupo (Pesado): Comandante Fernando Castro Escudero.







15. VÍDEO
16. FUENTES
- http://www.Europa1939.com
- http://enrique262.tumblr.com/post/12019 ... %C3%B3n-de
- http://museosmilitaresypoliciales.blogs ... civil.html
- http://es.wikipedia.org
- http://alcantara.forogratis.es/la-250-d ... -t686.html
- http://www.feldgrau.com
- http://www.axishistory.com
- http://www.forosegundaguerra.com
- http://www.zonamilitar.com.ar
- http://ww2diario.blogspot.com
- http://www.youtube.com