
La Segunda Guerra Mundial, el último gran conflicto visto por la Humanidad, fue el escenario idóneo para la evolución de ingenios bélicos anteriores a la misma o la aparición de otros nuevos. Nada tiene que ver, por ejemplo, un submarino que hubiese intervenido en la I Guerra Mundial con los “U-Boot” alemanes de 1939 a 1945 o la clase “Gato” estadounidenses, los acorazados de bolsillo (tipo “Graf Spee”) o los gigantescos “Bismarck” o “Yamato” con los anteriores “Dreadnought” británicos, etc. El ejemplo más claro lo podemos tener en la Armada de los Estados Unidos, con los anticuados buques que fueron dañados o hundidos en Pearl Harbour, sustituidos por los posteriores clase “Iowa”, etc.
Esto al menos en el aspecto naval. En el campo aeronáutico el conflicto fue el espaldarazo definitivo que necesitaba la aviación. De los lentos y antiguos biplanos se pasó a los ágiles y rápidos Messerschmitt Bf-109, FW-190 o P-51 Mustang, aunque un nuevo arma empezará a verse en los cielos de Europa: el bombardero, cuyos principales exponentes podrían ser los B-17 y B-29 estadounidenses y Avro Lancaster británicos, que en grandes formaciones llevaron la destrucción hasta el corazón del territorio enemigo.
Lo expuesto muestra el aspecto evolutivo de la guerra, aunque el capítulo que sigue llamando la atención de los aficionados al tema sigue siendo el de las denominadas “Wünder Waffen” (o “Armas Maravillosas”) alemanas. El campo de los videojuegos ha contribuido a dar a conocer algunas de ellas que de otra manera no hubiesen podido ser vistas en acción. El autor no puede evitar una sonrisa cuando ve a jóvenes aficionados a los mismos que muestran su asombro con títulos como “Call of Duty”, “Medal of Honor” o “Return to Castle Wolfenstein", en los que algunas de estas armas son reproducidas y pueden ser usadas por el personaje guiado por el jugador.
Estas armas reunían una serie de características que las hacen únicas en la historia bélica: la capacidad inventiva de los científicos alemanes, la irracionalidad y megalomanía del ideario nacionalsocialista, una tecnología de vanguardia y unas ideas tan novedosas en la investigación científica de la época que pueden ser incluso heréticas para la ciencia moderna, que considera algunas de ellas como pura leyenda. Muchas de estas invenciones nunca pasaron del tablero de dibujo (como el tanque súper pesado o crucero terrestre “LandKreuzer P.1000 Ratte”), aunque otras asombraron a los militares aliados, como el caza a reacción Messerschmitt Me-262 (el primero en ser usado en combate con ese tipo de propulsión), o el cohete A4 (la famosa V2), considerado el primer misil estratégico de la Historia, y base sobre la que se desarrolló el programa espacial estadounidense.
Así, en un campo a caballo entre la realidad y la fantasía, podemos encontrar aviones a reacción, sofisticados submarinos como los “Tipo XXI” y carros de combate pesados como el “Maus”, así como unos equipos que serán tratados en este artículo: los sistemas de rayos infrarrojos (“IR” en adelante), base de los sistemas de visión nocturna.
Origen
Con la ascensión del Partido Nacionalsocialista al poder, los ingenieros y científicos alemanes empezaron a trabajar en soluciones que paliasen las duras condiciones que habían sido impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, aunque dicho trabajo debía realizarse en el más estricto secreto y con sumo cuidado debido a las frecuentes inspecciones de control de las comisiones aliadas para verificar que las restricciones eran respetadas.
El trabajo de desarrollo estaba supervisado por el “Heeres Waffenamt” (“Departamento de Armas del Ejército”, cuya compleja estructura concentraba a científicos, técnicos alemanes e industriales. A su vez se dividía en diversas áreas, uno de los cuales era el “Waffen PrüfungsAmte 8” o “WaPrüf 8” (“Departamento de Prueba de Armas 8”).
Los sistemas ópticos habían avanzado mucho durante los años 20 y 30, y ya en 1923 había surgido en Estados Unidos el “iconoscopio”, creado por la empresa RCA, y que venía a ser algo parecido a un prototipo de una cámara de televisión, base sobre la que en 1939 surgiría el “Orthicon”, la primera cámara propiamente dicha, mientras que a la vez se investigaba en tubos que fuesen capaces de convertir los rayos infrarrojos en luz visible.


Este primitivo sistema fue utilizado en las pruebas realizadas con un cañón anticarro PAK 36 L/45 de 37 mm, resultando plenamente satisfactorias, aunque casi de inmediato se tropezaron con las reticencias oficiales que impidieron que fuese fabricado de manera masiva. A pesar de estas trabas se siguió trabajando en su desarrollo, así como en su uso aéreo y naval, y a principios de 1942 se realizaron pruebas con el nuevo visor “Ziel Gërat (“Equipo de observación”) 1221”, instalándolo para ello en el magnífico anticarro PAK 40 L/46 de 75 mm.
Una nueva comisión, liderada por el profesor H. Gaetner, continuaría con las pruebas en Fallingbostel (en las cercanías de Hannover) hasta 1943, llegando a probar algunos equipos con los anticarro autopropulsados “Marder II”, y ya en 1944 habían sido construidas unas 1000 unidades del visor “ZG 1221” que fueron probadas con diversos vehículos, existiendo constancia gráfica de que al menos un PzKpfw V “Panther” fue dotado de un equipo completo de visores para los puestos del conductor, artillero y comandante del mismo. Parte de los Panther V de la 116 Panzerdivision basada en Fallingbostel, concretamente el 1er. Batallón del 24 Regimiento, fueron dotados con este visor (aunque no hay constancia de que se llegase a desempeñar en acciones de combate), así como una unidad cazacarros compuesta por Jagdpanthers, y al menos uno equipado con una versión mejorada del “ZG 1221” instalado en la cúpula del comandante fue asignado a la SS-Panzerdivision “Wiking” para pruebas operacionales.

Las pruebas realizadas en Fallingbostel llevaron a los técnicos a dos variantes: la Opción A, SPERBER, y la Opción B, BIWA, aunque ambas consistían básicamente en dos elementos: un proyector de búsqueda con un filtro que emitía luz infrarroja y un convertidor de imagen (“Braunsche Rohre”) que no era más que un tubo de rayos catódicos que hacía posible la imagen al reflejar el blanco la luz emitida por el proyector. Este sistema funcionaba con una potencia de 17000 voltios proporcionados por un transformador de alto voltaje HS 5F, cuya fuente de alimentación (un generador GG 400) estaba instalada en la cámara de combate del carro, concretamente en el arcón posterior de munición. La Wehrmacht usó diferentes variantes según su diámetro y rendimiento, siendo principalmente los “Ziel Gërat” 1128, 1221 y 1228; los “Fahrgërat” (equipos de conducción nocturna) 1250, 1252 y 1253; y “Beobachtungsgërat” (equipo de observación) 1251.





Los vehículos de apoyo
El problema que presentaban los visores citados anteriormente era que adolecían de un escaso alcance (los 600 metros especificados), lo que redundaba en una pérdida de efectividad del magnífico cañón KwK L/70 de 75 mm con el que estaban dotados los Panther. Para intentar remediar esta coyuntura se decidió equipar a algunos vehículos de la familia de los semiorugas SdKfz con proyectores que “iluminarían” los objetivos para los Panther, con lo que el alcance de los mismos podía llegar a los 2500 metros, permitiendo a los tanques enfocar blancos a, como mínimo, 1 kilómetro de distancia.
El SdKfz 251-20, “Uhu” (Búho), portaba un proyector de arco de carbón de 6 KW y 60 centímetros de diámetro que podía ser abatido dentro del vehículo durante el transporte, alimentado por un generador que disponía de un depósito auxiliar dentro del vehículo, así como un sistema IR para el conductor ubicado frente a la ventanilla del mismo.


Estos vehículos, como todos los semiorugas alemanes, podían ser objetivos potenciales de la infantería enemiga, motivo por el cual transportaban una dotación auxiliar de 6 granaderos panzer para su defensa denominados “Vampir” (“Vampiro”), equipados con los modernos fusiles de asalto STG-44 (2) y visores ZG 1229 (que sumaban 2’5 kilogramos adicionales a los 5,1 kg. del mismo sin munición), con un alcance eficaz de unos 70 metros, alimentados por una batería que se cargaba en una caja en la espalda conectada a un contenedor de una máscara antigás modificado, con lo que el peso adicional que cada soldado debía cargar a la espalda era de 14 kg. Al final de la guerra habían sido suministrados 310 sistemas “STG-44 Vampir ZG 1229”, según declaró el fabricante Ernst Leitz.

Historial operacional
El uso en combate de estos sistemas de visión nocturna sigue provocando controversia y escepticismo entre los historiadores e investigadores del conflicto, entre otras causas por la poca información que ha sido revelada, aunque parece que fueron usados más bien en acciones aisladas y a pequeña escala
A partir del desembarco aliado en Normandía el 6 de junio de 1944 la situación se agrava para la Wehrmacht, que vio comprometida su capacidad de movimiento diurno a causa de la pérdida del dominio aéreo por la Luftwaffe, con la consecuente pérdida de potencial operacional a pesar de seguir contando con una importante cantidad de medios acorazados que se vieron obligados a mantener una guerra más estática y en posiciones defensivas, lo que hizo aún más importante el camuflaje y las operaciones nocturnas. Los responsables del desarrollo de los equipos IR intentaron aprovechar esta coyuntura para insistir en que todos los medios motorizados, además de los carros de combate, debían contar con sistemas ZG de visión IR, lo que se hizo patente durante la operación “Wacht am Rhein” (“Centinela del Rhin”), la contraofensiva en el bosque de las Ardenas.


Una de las operaciones de la que se conocen más detalles fue la que tuvo lugar el 9 de abril de 1945, cuando el Kampfgruppe Schulze atacó la cabeza de puente británica en las cercanías de Wietersheim. Esta unidad, formada 5 carros Panther de la Panzerjäger Lehr und Versuch Kompanie de Fallingbostel (encargada como ya se ha dicho de la evaluación de los nuevos equipos) apoyados por 6 Mk. VI Tiger I y varios SdKfz 251, inició su ataque de madrugada, aunque a mediodía únicamente estaba operativo el carro del Mayor Schulze. Dicho carro, luciendo un 8 rojo en el glacis frontal y la leyenda “8R4” de color blanco en los laterales de la torre, se perdería en acción cerca de Brukenburg el 11 de abril, durante los combates con elementos de la 5ª División blindada de los Estados Unidos.

“En la primavera de 1945, la Panzer División Clausewitz vio combate en el área de Fallersleben con órdenes de combatir en su camino al sur, en dirección alas montañas Harz. Aunque organizada como una división Panzer, ésta tenía poco blindados (hacia el final de la guerra, no me extraña eso). Dos de sus tanques Panther tenían sistemas infrarrojos según se informa.
Una acción tuvo lugar el 21 de abril de 1945. Los últimos diez tanques de la Clausewitz, seguidos por un Sdkfz 234/1 (Equipado con un cañón de 20 mm), se aproximaron a una posición antitanque norteamericana (cañón anticarro de 76mm M2) situado en el canal Weser/Elba. Los norteamericanos estaban alerta y dispararon bengalas. El Panther de vanguardia fue entonces alcanzado y se deslizó dentro de una zanja, el ataque se detuvo. Luego, el Panther con infrarrojo se puso a resguardo y después de un corto intervalo localizó los cañones y realizó unos veinte disparos. Toda la posición fue destruida, los artilleros y la infantería de protección escapó presa de pánico. Los Panther infrarrojo continuaron, destruyendo algunos camiones y otros vehículos de apoyo.
Este ataque fue un éxito, revelando la enorme posibilidad de la tecnología infrarroja. Lo que no se sabe es si los Panther de la Clausewitz fueron usados por segunda vez."

Por otra parte, en el Frente Oriental también tuvieron lugar combates contra el Ejército Rojo desde marzo a abril de 1945, en los que se pudieron verse implicados unos 50 Panther Ausf. G FG 1250 y otros vehículos de apoyo. Durante las operaciones que tuvieron lugar en Hungría, las tropas soviéticas capturaron diversas piezas de estos equipos, incluido un SdKfz Uhu.
El final de la guerra
Con el fracaso de la ofensiva de las Ardenas no tardó en desmoronarse el Frente Occidental, mientras que en Frente Oriental las tropas alemanas eran rebasadas continuamente por la marea soviética, con lo que la derrota total del III Reich era cada vez más inevitable. A pesar de ello, se siguió trabajando en el desarrollo e investigación de los equipos IR, llegándose a fabricar una gran variedad de los mismos (incluso se llegó a planear una configuración BIWA en la que los teleobjetivos dispondrían de dos rastreadores accionados por control remoto). Por este motivo, y a pesar de las evidencias citadas en el epígrafe anterior, muchos autores y modelistas continúan manteniendo un gran escepticismo respecto al uso en combate de los sistemas IR, basándose sobre todo en el caso del Uhu en su vulnerabilidad y delicadeza, y en su incomodidad y peso en el caso del Vampir. Otro de los inconvenientes aducidos era que debían ser calibrados alineándolos con el blanco para que el margen de error fuese mínimo, teniendo además en cuenta las condiciones atmosféricas que podían perjudicar el funcionamiento de los equipos y provocar un pobre resultado.
Si los desarrolladores de estos sistemas no hubiesen topado con la oposición de los sectores más retrógrados de la Wehrmacht quizá el desempeño en combate de los equipos ZG hubiera sido muy diferente y, tal vez, la Historia bien pudiera haber sido muy diferente, al contrario que ocurrió con las potencias vencedoras que sí supieron ver de una manera menos retrógrada el potencial de estos ingenios y aprovecharlos de una manera más productiva, como ocurrió con tantas invenciones de los científicos e ingenieros nazis.
Galería fotográfica














(1) Este equipo consistía básicamente en una especie de cámara de mano que contaba con una lente convexa en la parte delantera, encargada de enfocar los rayos hacia una pantalla muy sensible a través de un tubo catódico ubicado en la parte central del ingenio, siendo enfocados hacia una pantalla fluorescente en la que, mediante su excitación por el chorro de electrones, se vería la imagen reflejada del objetivo.
(2) Tanto la denominación “STG” como la “MP” son correctas en el caso de este fúsil de asalto, que empezó siendo denominado MP-42, MP-43 y finalmente MP-44, para hacer creer que era más avanzado, aunque no presentaba ninguna variación. Finalmente recibiría la denominación MP-45 o STG-45. Según algunas fuentes la única diferencia radica al parecer en el fabricante y en cuestiones políticas internas. El programa de armamento se basó en un principio en Machina-Karabiner o Mkb, idea que no suscitó entusiasmo a Hitler, paralizándose el proyecto, por lo que los mandos que trabajaban en los Mkb le mintieron y lo rebautizaron como “MP” (“Machina-Pistole”), continuando con el proyecto. Hitler se enteraría de esto más adelante, pero el buen desempeño de estas armas posibilitó que se continuaran fabricando.
(3) Me he permitido mostrar algunas fotos representativas de maquetas de vehículos equipados con estos sistemas. Hasta en wargames como “Flames of War” es posible utilizar unidades de este tipo.
Fuentes
http://molestoluegoexisto.blogspot.com. ... ccion.html
http://www.reocities.com/Area51/capsule ... nthers.htm
http://mundosgm.com/alemanes/pz-v-panth ... antes/135/
http://www.wargames-spain.com/foros/vie ... 7&p=113417
http://www.onthewaymodels.com/gallery8/ ... tmusik.htm
http://www.taringa.net/posts/info/16306 ... mpire.html
http://tanquesyblindados.blogspot.com.e ... a-2gm.html
http://www.tankhunters.net/